Pavlova con Helado de Yogur a la Crema & Cerezas Envinadas

Vientos salvajes soplan sobre las sensaciones que van despertándose,  viajando libremente por cada sentido con que el alma amanece, sabores y colores penetrantes, perfumados que inundan la piel, momentos de complicidad, miradas que se ofrecen sugerentes y atrevidas sobre esponjosas capas dulces de emociones, resbalan por los antojos y se nos instalan en cada poro.  El verano esta aquí, corre intenso entre el campo, por el mar,  vive en el viento y vibra en la tierra, como caballo impetuoso que encuentra su destino bajo el tiempo de las cerezas....

Sonando bajito... "Black horse and the cherry tree".

Pavlovas

Ingredientes:
{4-5 pavlovas de 8 centímetros aproximadamente}

• 3 claras de huevo.
• 1 pizca de sal.
• 150 grs. de azùcar glass.
• 10 grs. de harina de almendra (la receta original lleva la misma cantidad almidón de maíz).
• 1 cucharadita de limón o vinagre.

Preparación:

1º Paso.

1. Separar las yemas de las claras.
2. Batir hasta que estén firmes con la pizca de sal.
3. Poco a poco ir incorporando el azúcar a velocidad baja, para evitar una "tormenta" de nieve por la cocina.
4. Cuando las claras estén firmes y brillantes, añadimos con el aspa la harina de almendras y el vinagre. 

En casa desde que era niña, he escuchado a mi Madre decir a mis hermanas y a mi: "Si al voltear el molde con las claras montadas, no se caen, están listas" (era la prueba de fuego en la cocina, bueno eso y el que el arroz "esponjara").  Y así lo hago fielmente, hasta hoy y desde hace unos 10 años nunca he tenido un desastre...todo en orden, pero sino son tan sinvergüenzas como la que escribe, pueden hacer la prueba con el aspa, si mantienen su lugar, listo!  ;)

2º Paso

1. Una vez que tenemos nuestro merengue bien "montado",  vamos a pasarlo a una manga pastelera, como ven yo no tenía, así que cualquier bolsa plástica o "cucurucho", nos sirve, sino  tenemos a mano, podemos poner montoncitos con una cuchara e ir formando los bordes de nuestras pavlovas-recipientes.
2. Sobre una charola colocamos papel de cocina encerado, para evitar que se mueva pueden poner un poco de merengue en cada esquina como "pegamento" comestible.
3. Ahora con la duya  improvisada o cuchara,  formamos nuestras pavlovas. Yo lo he hecho, como tipo volovan, para que diera soporte al helado.
4. Horneamos por una hora a  100ªC,  la revista decía que a 120ºC,  pero mi horno siempre es muy "aventajado" y calienta más de lo habitual,  cada horno es un mundo.
5. Una vez pasado el tiempo de horneado, dejamos dentro hasta que se atemperan, unos veinte minutos aproximadamente, estas pavlovas yo las hice por la noche y los deja hasta el otro día, dentro del horno. 

Helado de Yogur a la Crema

Ingredientes:

• 200 grs. de yogur griego.
• 100 grs. de crema para batir.
• 10 grs. de miel.
• 1 cucharadita de vainilla en polvo (receta aquí)  o un chorrito de esencia de vanillia (receta aquí).
• 1 cucharadita de cardamomo molido.
• 1 cucharadita de canela molida.

Preparación:

1. Mezclar la miel con la crema y batir ligeramente.
2. Enseguida incorporar el yogur griego y batir, hasta que levante picos.
3. Agregar la mezcla de las tres especias.
4. Cubrir nuestro recipiente y llevar al congelador por tres horas o hasta que este firme.
5. Sino vamos a servirlo de inmediato, dejarlo a temperatura ambiente unos 10  minutos antes de servir.

Cerezas Envinadas

Ingredientes:

• 400 grs. de  cerezas.
• 20 ml. de vino tinto, el de su preferencia.

Preparación:

1. Descorazonar las cerezas, sino tienen el aparatito ese, es sencillo, cuando están bien maduras, les damos un masaje entre los dedos suavemente,  para remover la semilla, y empujamos suavemente hacía el centro para sacarla.
2. Una vez que tenemos todas las cerezas, las mezclamos con el vino tinto y dejamos macerar por diez minutos a temperatura ambiente.

** Para montar, colocamos encima de las pavlovas, una buena porción de helado, y bañamos por encima con las cerezas envinadas.

Cuando era pequeña, mi Madre nos llevaba a la panadería por las tardes, el aroma era impresionante, pero lo que más nos atraía, era el aroma a merenguitos horneados, cuando llegaban con las charolas enormes, con esas gotitas esponjosas de colores turquesa, rosa, amarillas y azules,  para  mi era toda una aventura, casi tanto, como  la impaciencia por llegar a casa para comerlos mientras jugábamos en el jardín. 

Con el paso del tiempo fui perdiendo la afición al merengue, porque con los años me he vuelto menos "dulce" en los postres, aunque siguen fascinándome y a veces me gusta comerlos cuando llega el antojo.  Debo confesar que  esta receta era una asignatura pendiente, me perseguía desde hace tiempo en blogs, menús de restaurantes  y programas de repostería,  más no fue sino hasta poco, que en una revista me la tropecé de nuevo  y entendí porque fue hecho en honor de  Anna  Pávlova,  es delicada, clásica y con una forma bellamente imperfecta (blanca, enorme, con crema y frutillas frescas),   tanto fue mi impacto  con esas imágenes, que tenía que prepararla antes de irme de vacaciones. 

Eso sí, mi versión tenía que ser,  por fuerza mayor y a pesar del amor que me había despertado, mucho menos dulce,  y no solo con crema, no,  sino con un helado de yogur a la crema, rematado con mis tres especias favoritas que abren la chakra del corazón y  le suben el sabor hasta decir basta.   Para coronar estas pavlovas, un abrazo fresco de cerezas maduras  con  un color rubí impresionante,  marinadas solamente en vino tinto y su propio jugo, nada más delicioso, seductor y maravilloso -para mi ,hasta ahora-  que estas pequeñas pavlovas, el balance perfecto del dulce, sin llegar al empalago.   Espero que las prueben y los enamoren tanto como a mi.

Con esta ricura me despido por el momento...que tengan un verano lleno de mucho amor, vida y  de la mejor vibra posible...nos leemos muy pronto!