Miradas serenas que tropiezan como pequeñas gotas de lluvia, resbalando en silencio contra la piel, caricias corriendo en un susurro callado entre dos labios que se ansían. La promesa rota que el tiempo ha depositado en un buzón sin sello, caminos separados y encontrados, vórtice mortal de los cuerpos abrazados bajo una noche de invierno. Deseo guardado en la memoria, depositado levemente sobre los labios que se abren en un suspiro que se escapa al viento...en un beso.
Ingredientes:
- 250 gramos de mantequilla, punto pomada.
- 200 gramos de azúcar glasé + 45 gramos.
- 1 yema. (Pueden omitirla).
- 350 gramos de harina.
- 1 pizca de sal.
- 10 ml. de licor de nuez.(Pueden omitirlo o usar vainilla).
- 150 grs. de nuez troceada.
Ingredientes Opcionales: 180 ml. de aceite vegetal, 100 gramos de miel o edulcorante de su preferencia, harina integral o sin glutén, la nuez pacana por macadamia, almendra, etcétera.
Preparación:
- Batir la mantequilla junto a los 45 gramos de azúcar glasé, hasta blanquearla un poco.
- Incorporar la yema hasta integrarla totalmente.
- Mezclar la harina con la pizca de sal, e ir agregando de a poco a la mezcla anterior. Cuando tengamos una masa como migas, agregamos el licor de nuez, y por último la nuez troceada.
- Formamos "bolitas" con la masa del tamaño deseado y guardamos en frío por 10 minutos.
- Pasado el tiempo de reposo en frío, horneamos de 10-12 minutos a 175-180ºC, hasta que estén ligeramente doradas. Cuidar la temperatura, cada horno es un mundo, el mío es de convección.
- Cuando están horneadas, pasamos a una rejilla dejamos atemperar un poco y las "revolcamos" en el resto del azúcar glasé, hasta que estén bien cubiertas.
- Retiramos el exceso de azúcar, y servimos acompañadas con un chupito de licor de nuez o su bebida preferida.
Estas galletas son de mis favoritas, y son muy especiales porque están llenas de recuerdos a través del tiempo. La primera vez que las probé fue de manos de la Abuela, como era algo "arisca", y no le gustaban mucho los besos, nos daba "besos de nuez". Una de mis hermanas, me enseño a hacerlos unos años después, y eran de las pocas cosas que cocinaba en esos tiempos y que me encantaba preparar junto a mi sobrino, en estas épocas.
Para mi son una delicia, como esos besos que al primer roce, te endulzan, y van van desmoronándose lentamente entre los labios. Te sorprenden con trocitos de nuez que son como mordiscos pequeñitos, que te alebrestan luego con un golpe de calor, que aporta el al licor de nuez (gracias a Noelia por este licor familiar y casero, es un vicio) y que los vuelve absolutamente irresistibles y embriagadores.
Estos besos van dedicados hoy, a personas con mucha alma, y que me he traído en la maleta de vida... Sylvain y Rafa, gracias por ser, por estar. Por compartir conmigo parte de su tiempo, por hacerme disfrutar en su compañía, y sobre todo por atreverse a probar estas galletas, que hacía muchos años no horneaba...mi vibra infinita siempre para ustedes.
Espero que en su camino encuentren personas que los hagan sentir como en casa, que tengan un fin de semana con buenos momentos, pero sobre todo con la mejor vibra posible para cada uno de ustedes que siempre me acompañan!!
El resultado de las cosas que se hacen con cariño, dedicación y honestidad solo puede ser magnífico. Tus besos de nuez, que he tenido la suerte de probar, son a la vez delicados, exquisitos y sugerentes. Invitan a un viaje no solo gastronómico, sino humano. Muchas gracias por este detalle tan bonito que tuviste antes de irte, Mayte. Con mucho cariño. Sylvain.
ResponderEliminarlas abuelas, las abuelas, las abuelas.... que suerte hemos tenido algunos de tener abuelas.
ResponderEliminarMe voy a tener que coger una semana de vacaciones para preparar todas tus recetas. Un beso bien grande.
¡Qué rico por favor! Lástima que ya no tenga licor de nuez, que solía hacer mi padre, porque, si no, también se lo incorporaba. Me parece una idea genial para ir sustituyendo los típicos dulces y turrones en Navidad.
ResponderEliminarqué maravilla Mayte, tengo nueces de macadamia y licor de nuez, esta receta sí cae, jajaja, bssss feliz fin de semana
ResponderEliminarEstupenda receta, sencilla y muy apetecible en estas tardes lluviosas. Saludos y buen fin de semana
ResponderEliminarMe encantan tus fotos, las recetas, la delicadeza de las palabras.....evocas colores, texturas, sabores y suenios de ese hermoso pais, tan tuyo, tan mio! saludos.
ResponderEliminarMátame si quieres, pero me he enamorado del trozo macizo de madera de la primera foto. Es una pasada. Impresionada con tus fotos. I'm speechless. Besitos
ResponderEliminarMayte... qué maravilla!!!
ResponderEliminarBessss!
Vaya delicia, y tu paso a paso, espectacular, como siempre. Besos
ResponderEliminarQuería pasarme por aquí con tranquilidad, disfrutando leyéndote y contemplando tus maravillosas fotos.
ResponderEliminarCada vez que encuentro una receta familiar me la llevo como un tesoro, y para mí las mejores son las de las abuelas, con tanta experiencia y sabiduría acumulada!
Es un placer venir por aquí. Me llevo la receta, y te prometo que estos besos de nuez estarán esta Nochebuena en mi casa. Gracias por tanto!
Muy buena vibra!
Un besazo.
Noelia - Petite Recette
Divinos. Lo cuentas bonito pero aún se ven mejor. Un besote.
ResponderEliminarSe me ha llenado la boca...mi diosa mexicana....impresionantes......estos los tengo que hacer, pero aquí las pecanas no encuentro para nada, tendré que irme una mañana a Francia...
ResponderEliminarBesos reina
Marialuisa
Que guay la historia de los besos de nuez :)
ResponderEliminarAdemás tienen una pinta bien rica, y con esas fotos...a quien no le gustaría ese beso?
Muchos besos para ti
Qué delicia, Mayte! Por la forma, me recuerdan un poco a los panellets, pero utilizando nuez y mantequilla en lugar de almendra. Mmmm, me han entrado muchas ganas de experimentar ;-)
ResponderEliminarGracias por la receta y buena semana!
Hola Mayte,
ResponderEliminarTu entrada es tan dulce como el título de este post. ¿Quién puede resistirse a unos besos de nuez? Sin leer los ingredientes sabía que esta receta me iba a encantar. Y eso que no sabía que era de tu abuela. Es una suerte conocerta a través de ti. Ya sólo ver las fotografías, alimentan. Me parecen estupendos para estas fechas.
Un beso grande, es un placer como siempre pasarse por aquí :)
Vaya receta nos traes, Maite. Me parece una maravilla. Por todo. Por lo buenos que tienen que saber estos besos y porque los hacía tu abuela. Fotos preciosas como siempre, como tus palabras.
ResponderEliminarBesos.
Tienen que estar deliciosos. Delicados, dulces...y esa textura de sorpresas en su interior.
ResponderEliminarMe encantan las fotos del paso a paso y su luz.
Besos,
Raquel
Hola guapíssima!!! Menuda pinta tienen estas galletas. Ahora que nos hemos aficionada a hacerlas en casa, nos guardamos a buen recaudo esta receta!!! feliz fin de semana guapi
ResponderEliminarCon ese nombre tienen que estar buenos a la fuerza :)
ResponderEliminarBesinos.
Qué ricos tienen que estar, ya el nombre que tienen lo dice todo.
ResponderEliminarAdemás esa tradición, el mimo y las preciosísimas fotos, los hace pasar directos a mi lista de recetas para hacer.
Como siempre, Mayte me voy de tu blog con una sonrisa. Tu buena vibra cruza rápido el océano ;)
Un besazo y feliz semana, preciosa.
Que delicia nos traes Mayte, me encanta. Este año pude recoger nueces, dónde vivo hay mucho y además todo lo que cae en los caminos es de la gente, es una pasada, y ese licor de nueces uhmmm. Me encanta esa luz ténue, bella, relajante de guarida hogareña, precioso como siempre. Un besazo!!
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