Mermelada de Naranja & Jengibre al Ron

Los colores cálidos, el suave viento arrullando las hojas que palidecen en un ocre sensual, despojando las sensaciones de prisa, arropándolas junto a los deseos que tibiamente buscan refugio en la intimidad de una mirada,  momentos de reposar, de dejar el tiempo tras cada sueño que va ligero entre la realidad. Sonrisas de dulce tentación, perdidas sobre un beso que entre aromas y mimos, nos guía hacía un punto de luz en el otoño.

Sonando Bajito...."Ponto de Luz".

Ingredientes

• 4 naranjas sin semilla bien maduras y dulces  rebanadas finamente.
• Jugo de un limón maduro.
• Un trozo de jengibre en lascas finas.
• 1 pizca de sal.
• 300 grs. de miel de agave (pueden usar cualquier miel de su gusto o 450 grs. de azúcar de caña sin procesar  o  piloncillo/panela).
• 200 ml. de agua.
• 10 ml. de ron (pueden omitirlo o cambiarlo por brandy o jerez).

Preparación:

Iº.

1. Mezclar todos los ingredientes, menos el ron.
2. Dejar reposar cubierto por una hora.
3. Pasado el tiempo de reposo, cocinar a fuego  medio bajo por una hora, hasta que tenga la consistencia de mermelada (si hiciera falta se agrega más miel al final).
4. Antes de retirar del fuego, agregamos el ron y dejamos evaporaR.

Una vez lista, dejamos enfriar totalmente antes de pasar a los frascos previamente esterilizados.  Esta es una mermelada muy práctica y con mucho menos contenido de azúcar, que la normal. 

Si no les gusta la idea de poner la naranja con la parte blanca de la cáscara, pueden pelarlas antes y cortar las julianas de naranja aparte, y la naranja en trozo, para usarla después juntas.  A mi me gusta hacerla de esta forma, porque no siento el cambio de sabor, ni me amarga, estoy convencida que si tenemos un buen producto,  como una buena naranja sin semilla y de temporada, la mermelada sale deliciosa.  Les  confieso que yo me como la cáscara cuando es blandita desde que soy pequeña.

Cuando era pequeña una de mis cosas favoritas para calmar las ganas de dulce, era una cucharada de mermelada, me la comía lentamente en el sofá abandonado al final del jardín, todo era tranquilo, silencioso en esa parte la casa.  Para mi la mermelada de naranja es un clásico de mis otoños.

En casa no hay un buen desayuno sin mermelada y panecillos calientes (tortitas, panqueques) , una cafetera bien puesta y fruta fresca.  Cuando el tiempo me lo permite,  un desayuno así, es  mi forma de mimarme,  es como volver a tiempos serenos al final del jardín, y  que  me dan la oportunidad de re-acomodar sensaciones y sentimientos.

Para mi, una de las cosas más buenas, son las mermeladas caseras,  curiosamente, mi familia prefiere la toronja como fruta cítrica y siempre me dejan las naranjas como extraviadas, así que las aprovecho  para hacer mermelada y entonces no quedan ni rastro de ellas.

Estoy segura que esta mermelada sencilla, les fascinará con el toque caliente del jengibre, que se equilibra a la perfección con la naranja y el dulzor profundo de la miel de agave, que junto al ron le suben el nivel, a este otoño que promete un frío tardío.

Buena semana y que venga llena de buena vibra para tos@s!