Era miércoles y no madrugábamos, Sebastián desayunaba ligero y bajaba al pueblo, para hacer pagos y pendientes que lo tenían todo el día fuera de casa, y no nos veíamos hasta la noche para cenar juntos. Le pedí que trajera crema y queso del pueblo al volver a casa, y salí junto con él para despedirlo y recoger jitomates y tomates verdes para la cena. El viento frío sobre la piel calaba hondo, me apreté contra el suéter para calentarme un poco antes de llegar a la huerta. Durante el invierno las sensaciones son más profundas, todas las emociones están a flor de piel y los recuerdos van poblando la memoria, sin prisa, uno a uno van encajándose como piedras en la raíz de la tierra, nos acompañan y se hacen más ligeros según pasa el tiempo. Son esos días de poco sol y mucho frío los que nos hacen sumergirnos en una especie de sueño con los ojos abiertos, dónde nuestra vida pasa en pequeños fragmentos frente a nosotros. El roce rugoso de la piel de los tomates verdes que recogía en el huerto, y la humedad alrededor, me recordaban el primer día al llegar al pueblo, no tenía nada, no conocía a nadie, y llovía tan fuerte, que apenas alcanzaba a distinguir donde pisaba. El aroma a tierra mojada, llenaba la respiración, las gotitas de lluvia sobre las pestañas me nublaban la vista, sentí como los pies tropezaban contra un banco de madera que casi me lleva al piso, el agua helada mojando mi falda y la poca fuerza para aguantar la maleta entre las manos. De pronto, sus brazos apareciendo de la nada para sostenerme con fuerza y evitar la caída. Al enderezarme, el encuentro fugaz con su sonrisa, su voz preguntando si tenía a dónde ir. Le enseñé el papel con la dirección donde me hospedaría. Sin decir más de tres palabras, tomo la maleta y me acompañó a un pequeño hostal cerca de la plaza, mi alma se engancho a él mientras se despedía con una calma que solo podía inspirar seguridad. Fue la primera persona que me tendió la mano, y fue él mismo, a quien días después encontré en aquél viejo vivero, en el que trabajamos juntos por un año sin descanso, antes de comenzar a vivir nuestro sueño. El mismo hombre, me acompaño durante los meses más largos y difíciles de mi vida, el que me enseño a vivir de forma sencilla, sin pretensiones, a dejar todo lo malo atrás y comenzar una vida desde el alma. Fue él, quien cada tarde me abrazaba como si fuera el fin del mundo, y quien, casi sin sentirlo, se convirtió en una de las personas más firmes que acompañaban mi camino.
Sonando bajito..."Alma mía".
SALSA ROJA & SALSA VERDE
INGREDIENTES:
Salsa Roja
Salsa Verde
Salsa Roja
- 4 jitomates/tomates rojos maduros.
- 1 chile de árbol.
- 1 diente de ajo pequeño.
- 1 cucharadita de sal de mar.
Salsa Verde
- 15 tomates verdes/tomate de cáscara.
- 1 chile serrano.
- 1 diente de ajo pequeño.
- 1 cucharadita de sal de mar.
PREPARACIÓN:
- Asar en un comal caliente o cacerola antiadherente los jitomates, chile de árbol, tomates verdes, chile serrano, hasta que estén ligeramente negros por la superficie de la piel de cada ingrediente.
- Para la salsa roja, en un molcajete machacar un diente de ajo con sal, hasta tener un puré suave, incorporar el chile de árbol asado y triturar. Agregar los jitomates/tomates rojos uno a uno, machacando bien, para formar una salsa con cuerpo. Reservar.
- Para la salsa verde seguir los mismos pasos que para la salsa roja, triturar sal y un diente de ajo, una vez listo, agregar los los tomates verdes/tomate de cáscara y el chile serrano. Reservar.
MASA DE FRIJOL PARA HUARACHES
INGREDIENTES:
Porciones: 2
- 300 gramos de masa fresca de maíz.
- 100 gramos de frijoles refritos.
Ingredientes Extras
- 2 sábanas de res marinadas(bistec de res bien aplanado) en jugo de limón, sal y pimienta al gusto, al menos media hora antes de asar.
- Rebanadas finas de cebolla y lechuga picada finamente.
- 50 gramos de Queso cotija rallado.
- 100 gramos de crema fresca/nata fresca.
MONTADO DE LOS HUARACHES
- En un plato o tabla, disponer los dos huaraches de masa y frijol.
- Por encima colocar una cantidad generosa de salsa roja en uno y salsa verde en otro y queso en cada uno.
- Enseguida la sábana de res asada, terminar con cebolla, lechuga, más queso y crema al gusto.
PREPARACIÓN:
- Precalentar un comal a fuego alto.
- Dividir la masa en dos partes iguales, tomar cada parte y formar una bola, hacer un hueco al centro y rellenarlo con una buena cucharada de frijoles refritos.
- Cerrar la bola de masa con los frijoles dentro y con cuidado colocar la masa entre dos plásticos y extender del centro a las orillas, en forma oval, y con una longitud de 15-20 centímetros aproximadamente. Si son más expertos con la masa, pueden moldearlos a mano. O utilizar una prensa especial para los huaraches, muy parecida a la prensa de tortillas o tortilladora.
- Una vez formados los dos huaraches de masa con frijoles, tomar una brocha para cocina, y barnizar la superficie del comal caliente con un poco de aceite.
- Colocar los huaraches y cocinar bien por ambos lados un par de minutos, hasta que la superficie de cada lado, dore al gusto. Cubrir con un paño para conservarlos calientes hasta el momento de usar.
- En el mismo comal, asar las sábanas de res, hasta el punto de cocción que más les guste.
ANOTACIONES:
Salsas.
Si prefieren una salsa sin picante, pueden sustituir tanto el chile de árbol, como el chile serrano. Sino quieren hacer el chile en molcajete o no tienen un mortero a mano, pueden hacerlo con cualquier licuadora que tengan o procesador. Pueden hacer una salsa, la que más les guste, en casa siempre hago dos, porque unos son de "roja" y otros de "verde".
Masa de huaraches.
La masa de maíz puede ser sustituida por harina de maíz (maseca), siguiendo las instrucciones del paquete para preparar masa o pueden ver la receta de las tortillas aquí , dónde preparo la masa de tortillas con este tipo de harina. Pueden omitir los frijoles refritos sino los consumen o bien, si quieren ahorrarse el trabajo de freírlos, usar de bolsa o bote ya preparados, aunque los que se hacen en casa son mucho mejores. Si deciden omitir lo frijoless, les recomiendo preparar la masa con un poco de sal y una cucharada de aceite, para darle más sabor y textura. Los huaraches suelen freírse en manteca de cerdo o aceite vegetal en su receta original, yo he omitido este paso y solo he engrasado el comal con un poco de aceite para cocerlos.
Sábanas de res.
La carne puede ser la de su preferencia, yo he usado "sábana" de res, que no es otra cosa que un buen bistec de res, aplanado finamente, de ahí el nombre de sábana. Los huaraches suelen servirse también con costilla, cecina de res, o bien, para una versión sin carne, champiñones, setas o nopales asados bien salpimentados.
Queso y Crema.
El queso ideal para estos antojitos, siempre es el queso cotija, que es un queso duro añejo de la región de Cotija de la Paz, en Michoacan. Pueden sustituirlo por queso fresco, un queso feta o adobera sino lo encuentran. La crema puede ser sustituida por yogurt griego. O bien si optan por la versión sin productos de origen animal, un queso vegano y crema vegana favorita.
Los huaraches son uno de los antojitos mexicanos más deliciosos y tradicionales en el país. Se cuenta que se originó en la Ciudad de México, hace más de ochenta años, y su nombre proviene del parecido que tiene con los huaraches de piel que usamos en México. La primera vez que los probé, fue con mi familia, en una feria de la ciudad que se celebra cada año en octubre, y luego cuando ya éramos más grandes, mi Padre los preparaba algunas veces en casa, cuando se le antojaban o teníamos un festejo. Como no los había compartido y ya tocaba una buena receta a la mexicana por Rústica, me decidí a prepararlos para ustedes. Esa cama de masa con frijol, cubierta con la sábana de res asada y cobijada por una buena capa de salsa verde o roja, hacen de los huaraches, un platillo completo y que bien puede comerse como un desayuno potente, una comida caprichosa o una cena irresistible. Espero que se animen a probarlos y que los disfruten tanto como nosotros. Que tengan una semana llena de mucho amor, pero sobre todo de mucha buena vibra!
¿eeeh? ¿quéee? Es la primera vez que oigo esto de los huaraches. Parece una especie de pizza potente con un bistec...guau...con uno de estos vas comido para todo el día. Seguro que está bueno. Hay que probarlo.
ResponderEliminarBien podría ser una pizza mexicana sin duda!!! Ojalá te animes a probarlo!!! Buena vibra!
EliminarQue mejor regalo para San Valentín que leer tu escrito degustando un HUARACHE.
ResponderEliminarGracias una vez más, por sumergirnos en un mundo bello y lleno de sensibilidad.
FELIZ DIA MI QUERIDA AMIGA, JUNTO A TU PRÍNCIPE AMADO ^:^
Conxita
tedeternura.com
Muchísimas gracias Conxita, todo el texto, es pura inspiración literaria, hay cosas ciertas y otras obra de la imaginación eh!! Un abrazo y buena vibra!!! ❤🙏
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